El baile es un lamento
que huele a tierra seca
y a desprecio de añejos días,
barajando en sus huesos
carcomidos por cal y cemento,
Es un paseo al infierno,
callejones de angustias y tormentos
cocidos en agua turbia, cubierta de sal
y envenenada por el tiempo.
Madeja de hilo, linaje del viento,
principios absurdos robándose el miedo,
brecha de penumbra irrumpiendo un misterio,
¿porque haces daño con tu baile al son de la muerte?
y a la vida al peldaño que arropa la aurora?,
sórdida amargura rodeada de apuros,
porque asedias la noche desvistiendo su ropa,
en el cristal de la risa que no se asoma
por la boca de un alma en pena y zozobra.
Amargo el ciego veneno que conduce a la ceguera,
que enferma al pasar sazonando su bacteria,
huele a su presa para que caiga en sus garras,,
la lleva al abismo para que saboree depresión,
y camina a su vera como astilla de palo
para calar en su tino, adopta la ternura
para podrir el destino con punzas y cuchillos,
sucumbe la miel envolviendo la musa
que navega bajo las alas de una escribiente
amarrada en el amargo desvarío
confunde el verbo de amor con odio y traición,
hiere a pedazos y cosecha dolor.
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