Hoy es el día,
Hoy es el final del día,
Hoy es el comienzo
De una bendición inesperada
Que sabe a gloria.
El año siete de Dios
Ha de verter su fin
Hacia el despeñadero
Y el señor trabajo
En su miel
Como lo hace
la abeja reina
Endulzó los días
Y prospero en su fuego,
Ya hubo fuego,
Ya hubo tormenta,
Ya hubo desierto,
Ya el mal alguna vez
Se vistió de negro
Y tiznó la cortina
De oscuro humo,
Arropó el alba
de la mañana.
La bendición ha llegado,
Y Dios trabajo el panal
Rasgó el velo de muchos
Los que prestaron su oído
A la voz del espíritu,
Y muchos temblaron
Repitiendo con júbilo
Santo, Santo, Santo,
Al que había de nacer
Y al que tomó la hora
De aquel que fue,
Del que ha de venir
Y del que ha de ser:
“JESUS DE NAZARET”.
El camino secreto
Se ha revelado
Mediante el soplo
Del Espíritu Santo,
Arderán en llamas
Sus servidores,
Saldrán a la luz
De su pasividad
Y el poder de la sombra
No oscurecerá más.
Gotas de roció
De la lluvia de Dios
Viene sobre sus hijos,
Parémonos en la brecha,
Calculando los sueños,
Como soldados audaces,
Con su espada y su flecha,
La palabra trasciende
Rompiendo fronteras,
Rompiendo estructuras,
Quebrando barreras,
Y segando promesas.
El poder de la luz
Revelará el manto
Que cubre la ceguera
De todo el que busca
La recia verdad,
Rompiendo con el pasado
Al son de una nueva criatura
En Cristo Jesús.
Conoceremos al enemigo
Para derrotar sus estrategias
En la lucha de ganar
Las almas perdidas,
La verdad nos hará libres,
El poder será nuestra arma,
La fe nos hará fuertes,
Porque solo los valientes
Arrebatamos las promesas
Que Dios ha sellado
Contra viento y marea.
Dejaremos las señales
Y de atarnos las cuerdas,
Bajo la luz que resplandece
Y bajo el tiempo que adorna
El llamado que emana
De un Dios de amor
De un Dios de poder,
Al que Yo simplemente,
Denomino DIOS POETA.
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