Monday, July 23, 2012

IRA QUE TORTURA





Consiento la rabia
que tortura los poros,
colgados de ahogo,
la impotencia traviesa,
se mereces el olvido,
el silencio de un despojo
de vanos duelos
arrogantes y surtidos,
con el apego
a perder la cordura,
sufre el portal
envuelto en llamas,
tormenta de frío
ahogado en sus aguas,
paso la pagina,
y ya no da vueltas,
como enamorarme de la lluvia,
del sol que resplandece,
como ver en cada gesto
una brutal carcajada,
como hacer que el aire
circule en su rol de vaivén,
como alimentar la sonrisa
si no me la regalan,
como matar el descuido
con una sola palabra,
como taparle
la boca al vil destino,
como aullar en la ladera
al orillar la burbuja
del cristal empañado
roto en pedazos,
del solo espejo voluble
quimera de sueños,
trucados por la fantasía
de un camino sin duelo.

Santiago 1, 20.-
“Pues la vida humana no produce la vida justa que Dios quiere”.
Job 5,2.-
“Porque el enojo mata al insensato, y la ira da muerte al necio”.