Sunday, March 31, 2013

BIENVENIDO ESPIRITU SANTO




Bienvenido Espíritu Santo,
cuando penetras en los muros
para ser el consolador
que el Padre promete,
bendiciones rodean el entorno
cuando hablas al oído,
sembrando tus ecos
en el lecho de un alma
escondida por el tiempo,
bendito tu soplo
cuando te insertas en los sentidos,
en la sabiduría, en los recuerdos,
en los olvidos, en los despidos,
y en las decisiones
acertadas o inaceptadas.

Bienvenido eres,
y bienaventurados mis ojos
al observar tu vestidura,
tus secretos escurridos
en la unción del aceite
como vino al paladar.

Bendigo la forma
en que tratas conmigo,
como el especialista
más dedicado y sublime,
bendigo tus movidas,
cuando se esparzen mis lágrimas
como torrentes fluidos
sobre un río seco,
cuando llenas mis pesares
y sacudes mis necedades,
y te desatas con la muestra
de tu poder y tu fuerza.

Bendeciré tus estadías
en cada paso adelante,
te conectas con firmeza
como cordón a mi cuello,
como ladrón en la noche
revolucionas mis deleites
y la euforia resalta
con la mano de tu toque.

Eres el significado de una flor
cuando florece en su jardín,
eres, la lluvia cuando crece,
el sol cuando amanece,
una estrella cuando se enciende.

Eres, mayoría en aumento,
porque llenas cada vez más,
eres, mi enamorado,
Te necesito,
como el cuerpo a la sombra,
como el reloj a las horas,
como la sabiduría a la identidad,
Tú eres y serás mi gran necesidad.
Te extraño,
como la voz desnuda al viento,
como la sangre al pensamiento,
como la tierra al sol,
como al primer amor.

VEN, VEN, VEN,
cientos de veces te espera,
mi atropellada razón,
miles de instantes
acudirás para posarte
como ave en mis aposentos,
para desnudar mis congojas,
obstruidas en el paso
de la crueldad en la tormenta,
cuando azota el corazón
y las palabras se respetan.

He de resistir el día malo,
porque tu presencia no me abandona,
porque he de sentir tus latidos,
como el aire que respiro,
el oxígeno a mis pulmones,
el cinturón a mis pantalones,
jugaré tu juego a carta cabal,
porque mi juego siempre será
no apartarme de ti nunca jamás.



Lucas 1, 15.- “Porque será grande delante de Dios, No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre”.

Lucas 3,22.- “Y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tu eres mi Hijo amado, en ti tengo complacencia

















EL VERBO SE HIZO CARNE




Al conjugar el verbo, se hizo carne,
se hizo tierra, se hizo hombre,
se ilustró su nombre en el cristal del espejo
de un accidental fonema, en una palabra in expresa
que desata en su furia la calma de su sangre
en el sepultado cuento una historia aberrante,
una perturbada conquista sobre un pasado vivo
que aún sonroja la alfombra por la que transitan
dejando en sus huellas el olor, afectando a su paso
por el revés del acecho.

El verbo se hizo carne, se hizo llamar corazón,
porque latía en su pecho como el tictac de un reloj,
y cada latido aumentó en sus días
pudiendo contarse como la arena del mar,
como la cantidad de los cabello, arraigados en la cabeza
y de poco seso al desmayar, o de un nido de pajarillos
inventando un futuro tardío que no llegó, se escondió,
porque todavía olía a lluvias y a tormentas pasadas
de viejos años estancados que dilataban sus latidos en morir.

La carne latía, como velo que sopla
dejando un suspiro en el néctar de su aliento,
el verbo coló dos años de Dios, y al número tres
trasciende sin cesar, llenando de paz, de vida,
y de promesas la humanidad.

El verbo se llama JESUS
y murió en la cruz,
se adueñó de nuestras culpas ,
rasgando el velo de los humildes,
y revelando al mundo la LUZ.

Juan 1, 1.- “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”.