PARA COMPARTIR MIS ESCRITOS DE POESIAS, RESALTAR EL VALOR DE LA MUJER EN EL MUNDO, Y DAR A CONOCER A UN DIOS DE AMOR, REAL Y ESPECIAL, AL QUE YO LLAMO MI POETA.
Monday, July 16, 2012
SANGRE DE AMOR (UNA MUJER ENAMORADA)
¡Cuánto sufres sangre
en tu hervor,¡
en tu paleta agonizante
vestida de hermosura,
tu gracia adivina el semblante
del lecho de este amor,
donde se posa tu infinita cordura,
es locura en reposo, es éxtasis profundo,
calar tu piel cegados de amor,
en el deleite de tus pupilas
que se dilatan al imán
de un derroche de sueños,
quimera de fantasiosa costumbre,
que sorpresas minan tu ardor,
es amor, no se, es dolor,
es la cura a la ira, es la cura al enojo,
mojados de versos, empapados de sal,
sedientos de rocío, es la mano de Dios,
la que reprime mis deseos
de volar como humo fugaz
en alfombras envueltas de magia,
tal nube de algodón, almidonada en tus horas,
saciaré mis deseos reprimidos en el vano seso,
y en el encuentro perfecto de almas gemelas
rojo verano, pasión desarraigada que desatan
la furia de una muerte de amor,
porque estoy presa y ahogada
en la libertad de tu sublime pasión.
1 Corintios 13, 7.- “Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”.
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Poesia
DE DONDE VENGO?
Vengo del miedo
de una noche estrecha,
vengo del silencio
y de la mudez de las pruebas,
vengo de un mar adentro,
con la carga absurda
de todo un universo,
y con la mañana revolteada,
del sol caliente que me alimenta.
vengo del hilo tejido en cordones
de la confusión afanada
entre el día y la noche,
vengo del espejismo
de una acaecida tormenta,
del venturoso desquite
entre el sol y la naturaleza,
vengo del frío,
de la melancolía,
del eco de un vacío
infinito y voraz,
dibujado en cadenas,
de corona y sirenas.
vengo soñando,
vengo sumando,
vengo restando el pasado
de las tristes noches
sin una tibia mirada,
del vaivén de la mente
y de la corrida disputa
entre la vida y la muerte.
y es que yo vengo,
del encuentro gemelo
entre el desamor y el miedo,
de la lluvia de voces
decidiendo un futuro,
del estruendo del cielo
esperando mí turno;
y es que yo vengo,
de una razón adentro
para alumbrar la magia
de un simple verso.
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Poesia
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