EL SI DE UNA MARIPOSA

Aspira contra corriente
nacer de nuevo una mariposa,
ondea en su metamorfosis
sin divisar la profundidad
ha que se ha expuesto en su cambio,
una promesa grata
a los ojos de una melodía,
al coro de un pintoresco espectáculo,
montada en su caballo
vuela alto en un mundo de colores,
recibiendo fielmente los desfiles audaces
de numerosos aletazos.

Se enriquecen sus mejillas con el roce,
se enamora de su envoltura ,
sin detenerse un solo instante va,
porque con un SI,
despierta de su ceguera, se cura de ella,
y se hace cómplice de la luz
que ella misma ha encendido
cuando repara alzar su vuelo
a destino fijo y certero.

Pudo amarrar su astucia a la verdad,
pudo ser cierta en lo que eligió
sabe discernir lo bueno y lo malo,
y apartarse a orilla,
opta por lo efectivo a lo incontrolable
y camina segura con pasos agigantados
combinados con firmeza.
alterna con la riqueza y se sienta a su mesa,
revierte un despegue en el claro arrullo,
murmura su inocencia en el alboroto
y reposa en su vuelo poco a poco.

Dice SI, porque es de hierro,
porque se alejó de destrucción,
dice SI, en su tierno corazón
porque se intimidó y resolvió
dar a torcer su brazo,
dijo SI, cuando consintió en volar alto,
cuando desnudó completamente,
lo que atormentaba su nobleza,
y sabe que, con su paso adelante
cambió el rumbo de la historia.

Mateo 5, 37.- “Pero sea vuestro hablar: Si, si; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede”.